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EL SIONISMO Y LAS NACIONES – Pedro Catella

239 páginas,
Tamaño: 15 x 21 cm.
Edicion del Autor
Buenos Aires, 1995
Encuadernación rústica.
Precio para Argentina: 60 pesos
Precio internacional: 16 euros

“El Sionismo y las Naciones” es una primera colección de ensayos orientados hacia la exposición de un antiguo problema y a la búsqueda de los elementos mentales para un encuentro realista, al más alto nivel humano, entre dos culturas que, desde hace unos dos mil años, vienen protagonizando el más completo y cruel espectro de enfrentamientos —con los medios históricamente a su alcance— en un intento por doblegar el uno al otro.
En realidad, nunca ha existido una buena relación entre judíos y no-judíos (goy, gentil) y la puja judeo-cristiana es tan sólo una parte de la guerra de los judíos contra el mundo.
A la guerra judía contra el mundo la podemos rotular, en general, de “antigentilismo” o “anti-no-judaísmo”.
Nahman Syrkin, uno de los patriarcas del Sionismo, ya señalaba en 1898, “…que desde los primeros comienzos de su encuentro ha existido tensión entre los judíos y el mundo a su alrededor. En los tiempos modernos, esta tensión ha asumido la forma de ‘antisemitismo’. Puesto que esta enemistad entre judío y gentil la encontramos en todas partes y épocas, debemos buscar sus causas en factores generales que entran en juego cada vez que estos dos mundos se ponen en contacto”. Y agrega que la convicción del judío en su superioridad religiosa “…fue la fuente de su moral en su guerra con el mundo” y “una fuente insaciable de odio entre ambas partes”.
En cuanto a los orígenes religiosos del conflicto judeo gentil y sus consecuencias, la elección de Dios, según la Biblia, llevó a los judíos al ensimismamiento, a su autoencierro y a su apartamiento. Ese apartamiento y su actitud de eterna autoextranjería y “antigentilismo” provocó, por lógica consecuencia, la reacción de los pueblos en cuyo seno los judíos han buscado asilo, lo que modernamente llamamos “antisemitismo”.
Luego de muchos años con niveles de tolerancia cada vez mayores, a fines del siglo pasado, en ese camino hacia la igualación jurídica y social y a la integración entre judíos no-judío surge un movimiento político dentro de la judería, que se opone, absolutamente, a esa integración. Un movimiento que quiere revolver las manecillas del reloj hasta los tiempos del Segundo Templo: el Sionismo.
El Sionismo considera a esa integración —destinada a borrar las fronteras hostiles entre judío y goy— como el peor de los enemigos del Judaísmo. Peor aún que la Inquisición y el Nazismo.

ÍNDICE

Carta al Lector

Introducción: El Sionismo Como Problema Mundial

Parte I.- La Ideología Sionista

1.  ¿Qué es el Sionismo?………………….25
Imagen Popular…………………. 25
Sionismo y Sionista………………….25
El Sionismo por sus textos………………….27
1.3.1. Lázaro Schallman………………….27
1.3.2. Pablo Link………………….27
Programa de Basilea………………….27
Iehuda Gothelf………………….28
Arthur Hertzberg………………….28
Mordejai Kaplan………………….29
Nahum Goldman………………….29
Levi Eskhol………………….30
Maimónides (por el Rabino Bensión S. Dinur) ………………….31
1.4. Recapitulación………………….31
2.  Mentalidad Sionista…………………. 33
Elección………………….35
Unicosidad………………….35
2.2.1. Hibernación………………….35
Superioridad………………….37
Misionalidad………………….37
Esquema del desarrollo………………….38
Mesías, Mesiánismo………………….38
Kibutz Galuiot………………….43
6. Fundamentos Filosóficos de la Estrategia Sionista………………….48
7. El ‘Plan Sionista’………………….51
7.1. Die judenstat………………….51
Campos de Acción………………….52
Etapas del Plan………………….  54
8.  Sionismo y Pluralismo………………….56
La autenticidad y legitimidad del hombre americano…………………. 57
Las técnicas de la sociología a favor y en contra de la sociedad americana………………58
8.3. el pluralismo sionista………………….58
Del Estado Nacional al Estado Plurinacional………………….59
El Nuevo Orden Mundial………………….59
9.  Gráficos: ………………….63
a) El Plan Sionista………………….64
b) Estructura Estatal Nacional SlONISTA-israelí en la república argentina. …….65
c) Estructura Sionista en la República Argentina………………….66
10. Apéndices………………….69
N° 1 Proclama del Consejo Americano para el Judaísmo………………….70
N°2 Declaración del Departamento de Estado de los Estados Unidos………………….88

Parte II.- La Educación Sionista- Israelí en Argentina

1. La Educación, El Hombre, Las Naciones………………….101
Cultura nacional y cultura universal………………….101
La Educación………………….102
La Nación………………….103
Relaciones Hombre-Cultura-Nación………………….104
Hombre-Nación           ………………….104
Hombre- Educación………………….104
Educación-Nación………………….105
Nación-Educación………………….105
Fundamento y Necesidad de la Educación Sionista-Israelí en los países de la Diáspora Judía………………….107
Estructura Institucional del Sistema Educacional Sionista-Israelí en los países de la Diáspora Judía…………………. 116
3.1. Cuerpos Internacionales………………….116
3.1.1. Congreso Mundial Sionista………………….116
3.2. Cuerpos en el Estado de Israel  116
Ejecutivo de la Organización Sionista Mundial (Agencia Judía para Palestina) ……..116
El Departamento (Ministerio) de Educación de la Organización Sionista Mundial – Agencia Judía para Palestina………………….117
Estado de Israel…………………. 117
Consejo de Educación Judío Mundial………………….118
3.3. Organizaciones locales en Argentina………………….118
3.3.1. AMIA (Asociación Mutual
Israelita argentina) – KAHAL 118
4. El “Madrij”…………………. 122
5.  La Educación Sionista-Israelí versus Educación Argentina………………….123
5.1 Imagen y Significado del Sistema de Educación Sionista-israelí en Argentina…..124
6.  Investigación del Estado Israelí sobre deserción en la Escuela Sionista-Israelí en Argentina………………….133
8. Gráficos………………….140
El Problema de la Identidad Nacional en las Escuelas Judías y en las Escuelas Argentinas           140
No hay Distinción entre las Escuelas Católicas y las Escuelas Judías (Sionistas)……141
8.3 Ilustrativo………………….142
8.4. Ilustrativo………………….143
9. Diagrama de la Estructura del Sistema Educacional Hebreo en Argentina…….144

Parte III.- La Estructura Institucional del Sionismo

1. El Carácter Estatal de la Organización Sionista Mundial (OSM), sus Implicancias y su Significado………………….151
Pueblos, Naciones, Estados………………….152
La Naturaleza del Estado Judío………………….154
El Estado Judío y las Naciones………………….154
El Estado Invisible………………….155
El Estado Judío y el Estado de Israel………………….156
2.  La Organización Sionista Mundial, la Agencia Judía y el Estado de Israel……156
3.  Soberanía      160
Necesidad de la Soberanía………………….160
Soberanía, Neo-coloniausmo y Esclavitud………………….161
La Soberanía Internacional Sionista vs. las Soberanías Nacionales………………….162
3.4. La Soberanía Sionista y la Destrucción del Actual Orden Mundial           163
4 El Estado Judío y el Vaticano………………….164
5.  El Estado Judío, el Orden Mundial y las Naciones Unidas………………….168
6.  Gráfico de la Estructura Institucional del Movimiento Sionista con Fechas Fundacionales………………….170

Parte IV.- La Economía Sionista-Israelí en la argentina

1.  Ubicación y rol de la Economía Judía Sionista en Europa………………….175
Poder Económico y Capital Flotante Judíos………………….180
Miseria de las Masas Judías………………….180
El Antisemitismo………………….180
2.  La Economía Judía en la Europa del Siglo XIX………………….178
“Poderoso Dominio [Judío] Sobre la Vida de Países Enteros”………………….181
Europa Central………………….181
Europa Oriental…………………. 181
Gran Bretaña………………….182
Alemania………………….182
Rusia y Polonia………………….182
3.  La Economía Sionista-israelí y su Relación con Argentina………………….183
La Soberanía Universal Sionista………………….185
Las Naciones, su Territorio, su Estado………………….186
Soberanía Sionista y Economía Sionistas………………….186
La Economía Judeo-sionista en la Diáspora e Israel………………….187
3.5. Colonialismo y Neo-colonialismo………………….188
3.5.1. El Factorismo………………….189
3.6. La Colonización de Palestina y en Argentina 189
3.7. Características de la Identidad Económica Sionista-israelí en Argentina…………191
4.  Estructura Económica Paralela Sionista-israelí en Argentina………………….191
Trade Mark………………….191
Registro “Oficial” de Profesionales, Productores, Comerciantes y Financistas Judíos.193
Recaudación de Fondos en Todo el Mundo………………….194
5.  Las “Instituciones Nacionales” Sionista-israelíes … 195
5.1. Cambio de Status y Transferencia de Poder de las “Instituciones Nacionales” de la Judería Mundial al Estado de Israel………………….195
5.2. Las “Instituciones Nacionales” al Servicio del Estado de Israel………………….196
5.3. Las “Instituciones Nacionales” Recaudadoras de Fondos………………….197
6.  El Kéren Hayesod (Campaña Unida para Israel) ………………….197
6.1. El Kéren Hayesod y el Aporte Argentino al Presupuesto Israelí………………….198
La Participación Argentina en la Conquista y Coloniza­ción de Palestina y la Creación y Desarrollo del Estado de Israel………………….200
La DAIA niega el Desvío hacia Israel de Fondos Recau­dados en Nuestro País por el Kéren Hayesod y Otras “Instituciones Nacionales” Sionista-israelíes………………….202
7.  El Kéren Kayemet Leisrael (Fondo Nacional Judío) ………………….205
7.1.           El Carácter Nacional y Social de la Colonización de las Tierras del KKL….205
Su Incorporación al Estado de Israel………………….206
El Kéren Kayémet en la Argentina………………….207

Postscriptum     209

Carta al Lector

“El Sionismo y las Naciones” es una primera colec­ción de ensayos orientados hacia la exposición de un antiguo problema y a la búsqueda de los elementos mentales para un encuentro realista, al más alto nivel humano, entre dos culturas que, desde hace unos dos mil años, vienen protagonizando el más completo y cruel espectro de enfrentamientos —con los medios históricamente a su alcance— en un intento por doblegar el uno al otro.
En realidad, nunca ha existido una buena relación entre judíos y no-judíos (goy, gentil) y la puja judeo-cristiana es tan sólo una parte de la guerra de los judíos contra el mundo.
A la guerra judía contra el mundo la podemos rotu­lar, en general, de “antigentilismo” o “anti-no-judaísmo”. En el caso particular de los gentiles cristianos, tenemos que hablar de “anticristianismo”.
Nahman Syrkin, uno de los patriarcas del Sionismo, ya señalaba en 1898, “…que desde los primeros comien­zos de su encuentro ha existido tensión entre los judíos y el mundo a su alrededor. En los tiempos modernos, esta tensión ha asumido la forma de ‘antisemitismo’. Puesto que esta enemistad entre judío y gentil la encontramos en todas partes y épocas, debemos buscar sus causas en factores generales que entran en juego cada vez que estos dos mundos se ponen en contacto” (1). Y agrega que la convicción del judío en su superioridad religiosa “…fue la fuente de su moral en su guerra con el mundo” y “una fuente insaciable de odio entre ambas partes”.
En cuanto a los orígenes religiosos del conflicto judeo gentil y sus consecuencias, Jacob Katz nos dice que “…el relato bíblico sobre la elección de Israel fue un hecho aceptado que explicaba también el contemporá­neo separatismo de la comunidad judía. El hecho de ser elegido por Dios para Su servicio significa que Israel ha sido separado del conjunto de todas las naciones y le ha sido asignada una posición sui generis” ,(2).
“La Biblia y la Aggadah — afirma Katz — proveen los testimonios históricos y también legendarios que jus­tifican la diferencialidad de la judería respecto a otras naciones”. (3)
Cabe, además, insistir en que la actitud antigentil de la judería, en tanto subproducto de la elección, es muy anterior al Cristianismo.
Es una lógica e inevitable consecuencia de la asun­ción e internización de la misionalidad del pueblo judío; 2.000 años antes de Cristo.
La elección llevó a los judíos al ensimismamiento, a su autoencierro y a su apartamiento. Ese apartamiento y su actitud de eterna autoextranjería y “antigentilismo” provocó, por lógica consecuencia, la reacción de los pueblos en cuyo seno los judíos han buscado asilo, lo que modernamente llamamos “antisemitismo”.
Desde luego, es torpe, ingenuo y perverso presuponer una maldad intrínseca y hereditaria de toda la humanidad respecto a su comportamiento con los judíos.
Tal como Katz(4) lo señala “la relación entre judíos y gentiles, fue, en todas las épocas, de reciprocidad. Cada actitud de los judíos hacia los no-judíos [‘antigentilis­mo’] tenía la contraparte de una actitud similar de los gentiles hacia los judíos” [‘antisemitismo’].
Pero este estado de intocabilidad recíproca entre ambas partes iba a comenzar a atemperarse con la llegada del iluminismo (Aufklärung), con su refrescante retorno a la razón de parte de la sociedad europea. Entonces va a producirse un cambio de actitud, recí­proco en las relaciones entre gentiles y judíos. Un cam­bio en las relaciones al que entonces no podríamos, todavía, definir de fraternidad, pero sí de tolerancia.
En la misma medida en la que, a lo largo de los siglos diecinueve y veinte, progresa la revolución democratizante de la sociedad europea, la educación común se generaliza y se unlversalizan los medios de comunicación, los judíos van encontrando, cada nuevo día, terrenos más aptos para la Integración con los no-judíos.
Ya en pleno siglo XX, el Vaticano va a producir un hecho que implica la incondicional aceptación de los judíos: el Concilio Vaticano II.
Sin embargo, a fines del siglo pasado, en ese cami­no hacia la igualación jurídica y social y a la integra­ción entre judíos y cristianos —o mejor dicho, entre judío y no-judío— surge un movimiento político dentro de la judería, que se opone, absolutamente, a esa inte­gración. Un movimiento que quiere revolver las mane­cillas del reloj hasta los tiempos del Segundo Templo: el Sionismo.,(5)
El Sionismo considera a esa integración —destina­da a borrar las fronteras hostiles entre judío y goy— como el peor de los enemigos del Judaísmo. Peor aún que la Inquisición y el Nazismo.
Citado al azar, Jaim Finkelstein nos dirá, en 1972, que “la historia, sea la de épocas remotas como la del pasado no tan lejano, nos demuestra sin cesar que, cuanto más se abre ante nosotros el mundo no judío, cuanto más fácil es nadar hacia la otra orilla, más difícil es ser judío. Se me ocurre que jamás estuvo el mundo tan abierto como lo está hoy y, en consecuencia, jamás fue tan grande como ahora el peligro de la asimila­ción”. (6)
Y luego agrega Finkelstein: “En nuestra larga histo­ria hemos aprendido a luchar contra el odio del mundo no-judío hacia nuestro pueblo. Pero todavía no hemos aprendido a luchar contra el amor aparente del mundo por nosotros, en su disposición a devorar grandes secto­res de nuestra juventud” .(7)
Hasta fines del siglo XX, el antagonismo entre judío y goy tuvo un carácter” predominantemente religioso y sigue siéndolo aún hoy para importantes sectores de la judería.
Sin embargo, la respuesta que ciertos sectores de la dirigencia judía encontraron para hacer frente a la inte­gración entre judío y goy, tiene carácter político y consis­tió en levantar la bandera del nacionalismo judío (Sionis­mo), transmutando una cuestión religiosa, de naturaleza espiritual, en una cuestión nacional, de naturaleza polí­tica (económica, cultural, militar) que, inevitablemente —¡pero con características mucho más graves!— renueva y fortalece la proclividad histórica que lleva al enfrentamiento (en el caso de la Argentina), entre dos comunida­des de un mismo país(8): el de la comunidad huésped, judía, minoritaria (la que actúa, en tanto Nación, como un todo homogéneo político y administrativo conjunta­mente con la judería mundial bajo la dirigencia estatal de la Organización Sionista Mundial – Estado de Israel) con la comunidad anfitriona gentil, mayoritaria, dirigida por su propio Estado Nacional.
Bajo tales circunstancias, la comunidad huésped terminará, por inevitable determinismo del desarrollo social, económico y político, disputando a la comuni­dad anfitriona el dominio y la soberanía sobre el terri­torio histórico de la comunidad gentil.
Para el logro de sus objetivos, el nacionalismo ju­dío (Sionismo), en su guerra milenaria contra la socie­dad gentil anfitriona, viene desarrollando una compleja y silenciosa estrategia con los siguientes objetivos y estructuras, en la actualidad ya en un avanzado estado de concreción:
1. Organizar un movimiento político universal des­tinado a unificar a toda la judería bajo un único man­do;
2. Obtener de las naciones el otorgamiento de dere­chos nacionales a la judería mundial y el derecho a constituir organizaciones nacionales en los países de residencia;
3. Obtener la concesión de un territorio para insta­lar el Estado Judío, representativo de la judería mun­dial;
4. Gestionar garantías internacionales para la rea­lización de los objetivos mencionados;
5. Para dar cabida —dentro de la familia de nacio­nes— a estos propósitos que significan de facto la crea­ción de un Imperio Judío Universal, con un estado con territorio propio independiente —que ejerce soberanía sobre las comunidades judías de todo el mundo—, las organizaciones sionistas y el Estado de Israel impulsan la constitución de un nuevo orden mundial en reempla­zo del actual orden mundial (sostenido en la actualidad por la existencia y soberanía de las naciones).
Para la creación y funcionamiento del Estado Inter­nacional Judío (con miras a la Independencia nacional de la judería en todo el mundo) el Sionismo ha monta­do, con base en el Estado de Israel:
a) a nivel internacional, un sistema de educación nacional sionista-israelí;
b) un sistema internacional de economía judía y de recaudación de impuestos;
c) un sistema internacional de “autodefensa”, que incluye una red mundial de espionaje y subversión (Mossad), imbricada en los servicios de inteligencia de las naciones.
Katz nos señala “…que la nueva era de igualdad legal hizo imposible la perpetuación del anterior status, en el cual una comunidad judía organizada existía en los límites de la sociedad como un todo y era gobernada con diferentes leyes y restricciones”.(9)
Empero, el Sionismo no sólo pretende “perpetuar el anterior status”, sino retrotraerlo a los tiempos del Primer Templo; tiempos en los que el hombre tardaba mucho más en ir de Jericó a Jerusalén que lo que hoy tarda en ir de la Tierra a la Luna, y pretende, en virtud de una anacrónica, racista y totalitaria ideología, se­guir viendo a su hermano en la Divina Creación como impuro e inferior, destinado a ser su eterno esclavo.
La consolidación de los planes sionistas implica consecuencias diferentes para la nación judía y las naciones gentiles.
1º) El Estado de las naciones gentiles debe despo­jarse de su carácter nacional y debe aceptar ser com­partido —en su propio territorio— con otras entidades nacionales y, específicamente, con la entidad sionista (pluralismo nacional).
La nación pierde su soberanía y su capacidad de decisión; el pueblo, despojado de su Estado nacional, se desarticula y anarquiza, y el ciudadano se convierte en paria.
2º) La Nación Judía, en virtud de estar establecida en todos los países gentiles, pasa a ser una muy sui generis —valga la paradoja— figura política: una na­ción internacional. En tal sentido, inevitablemente, la Nación Judía y su Estado (aunque así no lo quisiera) se superpone a todas las otras naciones.
Así, mientras la Nación Judía consolida una amplia y monolítica unidad nacional, de jurisdicción universal, las naciones gentiles pierden dos mil años de evoluciones y progreso político y de democracia al tener que compartir su estado con otras nacionalidades.
“Cada actitud del judío hacía el no-judío tiene su contraparte en una actitud similar del gentil hacia el judío”. (Katz, Id., p.3.)
En el decurso de los acontecimientos históricos, nos señala Katz, ha habido una pendulación de actitu­des antagónicas: actitudes “antigentiles” seguidas de la réplica de actitudes “antijudías”.
¿Cuál será y cómo se manifestará la reacción de los pueblos no-judíos ante un movimiento político que se desarrolla y actúa libremente dentro de sus propios territorios con la intención de someterlos a un régimen de vasallaje, por más edulcorado que sea?

Buenos Aires,
Junio de 1995

 

NOTAS
1.- Nahman SYRKIN en “The Zionist Idea”. Editado por Arthur Hertzberg. The Jewish Publication Socíety of America. New York, 1960; pág. 333/4.
2.- Jacob Katz: “Exclusivines and Tolerance”. Behrman House. New York, 1961; p. 13
3.- Idem, pág XII.
4.- Idem, pág 3.
5- Una edición periódica especial del “Jerusalem Post” hace 1a crónica de la vida cotidiana en Jerusalem hace más de dos mil años, como parte del intento sionista de borrar “Este Tiempo” (Ha Zeman Ha Seh), o sea, el tiempo transcurrido desde la destrucción del Segundo Templo; una forma de ignorar toda la Era Cristiana.
6.- Jaim Finkelstein: “La Educación Judía en la Diáspora — Israel y la Organización Sionista”. En: “El Sionismo, la Revolución Permanente del Pueblo Judio”. Ed. Secretaría Mundial del Movimiento Sionista Obrero. Tel Aviv, 1971; pág. 56.
7.- Finkelstein, Id, pág. 56. Obsérvese la actitud mental negativa y agresiva del autor al referirse al “amor aparente” de los cristianos por los judíos y la esquizoide afirmación acerca de “la disposición de los no-judíos por devorar grandes sectores de nuestra juventud”.
8.- Aunque con propósitos y modus operandi diferentes, lo sucedido en Palestina es una muestra de la filosofía y de los planes sionistas.
9.- Katz, op. cit, pág. 182.

INTRODUCCIÓN: El Sionismo Como Problema Mundial

Día tras día, año tras año, hemos sido testigos de hechos que involucran: violencia de la Ley, crimen, robo y terrorismo en Palestina; hechos que muestran el sometimiento de los más grandes Estados de la Tierra a la maquinaria publicitaria, política y económica de la Organización Sionista Mundial – Agencia Judía para Israel y al Estado de Israel, tales como:
•  La masacre de la población de Deir Yassim (1948) por fuerzas conjuntas de Menahem Begin (IRGUM) y Shamir (STERN) con el respaldo de Ben Gurion (Agen­cia Judía Para Palestina); (1)
•  El asesinato en Jerusalem (1948) del Alto Comi­sionado de la Organización de las Naciones Unidas Para Palestina, Conde Folke Bernadotte (Presidente de la Cruz Roja Internacional) por tropas de la Banda Stern del ex-Presidente Shamir; (2)
•  Las guerras expansionistas de 1948, 1956 y 1967;
•  La invasión [de “muerte y destrucción” (de Sharón) y ocupación del Líbano al Sur del río Litani; y la masacre de Sabra y Chatila.(3)
•  El activo funcionamiento, dentro de cada nación de la Tierra, de una colosal red de agentes sionistas (MOSSAD), incluyendo judíos locales dirigidos por ofi­ciales de las Fuerzas Armadas de Israel y entrenados y financiados por dicho país.
•  El uso del Consulado General de Israel en Nueva York para promover una campaña de propaganda anti­soviética con el objeto de boicotear la política soviética sobre emigrantes judíos. (4)
•  El espionaje sionista-israelí en el Pentágono con el objeto de apoderarse de secretos militares norteame­ricanos. (5)
•  La presión sionista-israelí para impedir la publi­cación de un libro de un desertor israelí del Mossad en el que revelaban actividades criminales del Servicio de Inteligencia Israelí. (6)
Todos los esfuerzos para distorsionar, ocultar, mi­nimizar los hechos anteriormente mencionados (más cientos otros) y sus efectos, han fracasado.
Los hechos arriba mencionados, más cientos de naturaleza similar, nos están mostrando puntos rojos, puntos de peligro, para la soberanía de las naciones, la estabilidad de los Estados, y la salud y subsistencia de las organizaciones internacionales, el orden mundial y la paz universal.
¿Pueden los hechos mencionados ser considerados como síntomas de que el Sionismo es un problema para el conjunto de las naciones?
¿Realmente es el Sionismo un problema mundial?
¿Es un problema para pueblos, naciones, Estados, organizaciones internacionales?
O, viceversa: ¿El Sionismo es un asunto interno exclusivo de las comunidades judías como el kasherut, el entierro de los muertos, o el barmitzva?

 

LA DESTRUCCIÓN DEL “LIBERTY”. (7)

El “Liberty” era un barco electrónico espía de los Estados Unidos que cubrió, moviéndose sobre la costa palestina, los pormenores de la Guerra de los Seis Días y que había participado en dicha guerra interfiriendo los mensajes entre los líderes de Egipto-Jordania y Siria, como así también registrando los pormenores del conflicto.
Los Israelíes, entendiendo que el material de infor­mación acumulado por el “Liberty” constituía una ame­naza para la seguridad de Israel, decidieron destruirlo, y el último día de la guerra atacaron a la nave norte­americana con aviones y lanchas torpederas.
“Lo que es obviamente claro, desde cualquier punto de vista teórico, es que si los israelíes hubiesen logra­do hundir al “Liberty” Egipto habría sido culpado de esa atrocidad lo cual habría provocado una acción tipo Pearl Harbour en los Estados Unidos. (8)
Aunque el ataque fue muy preciso, lo que demos­traba el minucioso conocimiento que los israelíes te­nían de dicho barco,(9) fallaron en la destrucción de todas sus torres y desde la única de dichas torres que no fue destruida el barco alcanzó a lanzar un S.O.S. que fue captado por la base norteamericana de Chi­pre, y también por los israelíes, quienes de inmediato suspendieron el ataque presumiendo que la base de Chipre, tal como sucedió, acudiría de inmediato en ayuda del “Liberty”.
El ataque israelí provocó treinta y cinco (35) muertos y más de setenta (70) heridos y mutilados. Ignoro en virtud del absoluto silencio de las autoridades nor­teamericanas si en el ataque fue totalmente destruido el material de información que había recogido el “Liberty” durante los seis días de duración de la guerra.
La destrucción del “Liberty” ha sido hasta el día de hoy uno de los secretos mejor custodiados por el Go­bierno de los Estado Unidos, con el objeto de ocultarle a su propio pueblo el agravio cometido por el “más leal de sus aliados” a la bandera norteamericana, la des­trucción de su barco electrónico y la muerte y mutila­ción de unos 100 oficiales estadounidenses.
La primera información que muy limitadamente (¡una gota en el océano!) llegó al público lo hizo a través de un artículo de un conocido periodista inglés en una revista erótica (único medio que se atrevió a publicarla (10) y tuvo que pagar un elevado precio por haberse atrevido a desafiar a la censura universal sionista-israelí). (11)
Los esfuerzos del Gobierno Norteamericano por silenciar el ataque israelí al Liberty llegaron al extremo de bloquear las demandas de justicia de las víctimas y familiares de las víctimas del ataque, impidiendo a la Corte de Justicia de la Haya tratar la presentación que aquellas habían interpuesto ante el alto tribunal de justicia internacional contra el Estado de Israel. ¡De más está decir que éste último tampoco dio curso a las reclamaciones que en forma directa las víctimas le hi­cieron!
¡Ni el Ministerio de Marina ni el Congreso de los Estados Unidos ni ningún medio de comunicación de ese país (dia­rios o revistas) ni ningún organismo político, social o de derechos humanos se hicieron eco de las protestas de las víctimas o deudos de las mismas!

 

LA “LIBERTY” MEMORIAL LIBRARY DE GRAFTON (WISCONSIN) Y LA CENSURA UNIVERSAL SIONISTA-ISRAELÍ. (12)

Un ciudadano norteamericano —una mosca blanca de dignidad y coraje en un desierto de tartufismo y cobar­día— decidió rendir personal homenaje a las víctimas del ataque israelí al “Liberty” donando 400.000 dólares al pueblito de Grafton (Wis.) para una biblioteca con la condición de que llevara el nombre de “Liberty”.
La maquinaria de represión y censura internacio­nal sionista-israelí se puso de inmediato en marcha ante la osadía de este ciudadano norteamericano de rendir homenaje a esos compatriotas salvaje e impune­mente asesinados o mutilados por el Estado de Israel. Una vez más, coincidentemente, las autoridades norte­americanas mostraron su servil sumisión a las presio­nes políticas del Sionismo y del Estado de Israel.
Pero allí donde el Estado de los Estados Unidos declinó la defensa de los intereses y el honor del pue­blo norteamericano con el objeto de proteger los intereses de la clique sionista local y del Estado de Israel, los 9.000 habitantes de Grafton (Wis.), con su cabeza en alto, se mantuvieron firmes en su decisión de honrar la memoria de sus compatriotas asesinados por los israe­líes a bordo del “Liberty”.
Pese a los teje-manejes de los líderes sionistas de los Estados Unidos y de la diplomacia israelí, el proyec­to de la Memorial Library se mantuvo firme. Los sionis­tas norteamericanos, a través de sus testaferros cris­tianos, o directamente, utilizaron una batería de argu­mentos de esos que ya no impresionan. El “Milwakee Journal” dijo que el proyecto era “…altamente ofensivo para los judíos” y Judy Mann, director del Consejo Judío de Milwakee, sostuvo que era “un símbolo de antisemitismo” y las organizaciones judías de Milwakee sostuvieron que era “…un insulto para Israel”. [Mi­lwakee es una ciudad vecina de Grafton].
También un pastor de la Iglesia Episcopal se razgó las vestiduras y se lanzó a la calle a colectar firmas contra el proyecto de la Memorial Library. Pero tuvo poca suerte, porque de los 9.000 habitantes de Grafton sólo 800 lo respaldaron.
¿Por qué ciudadanos norteamericanos —y esos ju­díos sionistas lo son— se sintieron agraviados por el homenaje póstumo rendido a sus compatriotas, caídos en misión de servicio pacífico?
¿Cómo pueden ciudadanos norteamericanos consi­derar “ofensivo para los judíos”, “un símbolo de antise­mitismo” y “un insulto para Israel” el hecho de que una modesta biblioteca de un más modesto pueblito lleve el nombre de un barco de su país que fuera destruido por el Estado de Israel?
¿Llegará el día en que el pueblo norteamericano sepa y tome conciencia de la tragedia del “Liberty”?.
Pero este canibalismo político practicado, conjunta­mente, por las organizaciones sionistas y el Estado de Israel, no termina allí. Hay otras reflexiones que se impo­nen como obligación moral de cualquier ciudadano.
La primera de ellas está referida a la doble naciona­lidad reclamada por los sionistas.
Casos como el del “Liberty” nos muestran que la reclamación sionista sobre la doble nacionalidad obliga a los sionistas a una sola lealtad: la lealtad al Estado de Israel.
Es obvio que no se puede poner un solo pie en un par de zapatos. O en el pie izquierdo o en el pie derecho.
La reclamación a un supuesto derecho a poseer una doble nacionalidad es un tramposo sofisma para camuflar el derecho a gozar de dos nacionalidades, pero en beneficio y provecho de una de ellas: la nacio­nalidad sionista-israelí.
La segunda está referida a la maquinaria mundial para aplicar la censura universal sionista-israelí.
Cuando se produce la agresión israelí contra el US “Liberty”, la censura contra una información de esa importancia no se limita al pueblo norteamericano — que podría haber reaccionado ante un hecho tan gra­ve— sino al mundo entero. Ningún medio de comunica­ción del orbe occidental dio la noticia de la destrucción del “Liberty”.
El sistema de represión sionista-israelí operó al unísono y con tal manifiesta celeridad, que debemos suponer la existencia de una central, en algún lugar del mundo, y múltiples agencias, con un poder tan totalitario que pudieron silenciar, en pocas horas, a todos los medios de comunicación (radio, televisión, diarios, revistas, etc.) de todo el planeta. Sin lugar a dudas, la más clara manifestación del poder de la sobe­ranía universal sionista-israelí.

 

LA DESAPARICIÓN DE ROBERT MAXWELL. (13)

El 5 de noviembre de 1991 fue encontrado, flotando en el Archipiélago de las Islas Canarias, el cadáver de un hom­bre que, presuntivamente, fue identificado como el del magnate británico Robert Maxwell, dueño de la cadena periodís­tica Mirror de Londres, que edita el Daily Mirror y el Sunday Mirror. Dos de las publicaciones de mayor circulación en Gran Bretaña.
La “desaparición” de Maxwell destapó la olla sobre uno de los tantos episodios en los que se pone de manifiesto la peligrosidad de la implementación de la soberanía universal sionista-israelí sobre las naciones, y de una de sus consecuencias: la censura universal sionista-israelí. (14)
La prensa cubrió, en su momento, la información acerca de la “desaparición” de Maxwell, señalando una serie de hechos que más que aclarar lo sucedido, con­fundían y dejaban cabos sueltos.
Todo el episodio apareció, ante la opinión pública, como el resultado de las actividades delictivas de Maxwell, en especial lo relacionado con el robo de los fondos de la caja de jubilación de los empleados de la cadena periodística Mirror y la defraudación de cuantiosas su­mas de dinero recibidas del Estado de Israel.
Empero, la cuestión de fondo, por más que hubiera gravitado en la desaparición, no fue esa.
Dos periodistas, Seymour M. Hersh, (15) de los Esta­dos Unidos, y Kevin Cahill, (16) aportaron información suficiente como para entender que lo de los fondos (malversación y robo) fueron sólo la mínima parte de un paquete en el que los principales componentes fueron espionaje y deslealtad, de los cuales fueron protagonis­tas el Estado de Israel y su brazo largo en todo el mundo, el Mossad.
En su libro “The Samson Option” Hersh había des­tapado un típico caso de espionaje y de censura israelí en el exterior relacionado con la super custodiada in­dustria nuclear israelí destinada a la fabricación de bombas atómicas —respecto al uso de las cuales el título del libro es muy ilustrativo: “La Opción Samson: El Arsenal Nuclear Israelí y la Política Exterior de los Estados Uni­dos”. (17)
Mordecai Vanunu, (18) un técnico oriundo de Ma­rruecos, empleado en Dimona, la usina atómica israelí en el Negev y la única en el mundo que no había recibi­do ningún tipo de inspección internacional, huyó a Gran Bretaña.
Vanunu había logrado tomar una serie de fotogra­fías de Dimona que trató de vender en Londres: al Sunday Times y al Daily Mirror.
El programa nuclear israelí era un secreto que de­bía ser celosamente custodiado y mantenido lejos de la opinión pública mundial. Dichas fotografías y las refe­rencias a Dimona constituían un peligro potencial para el programa nuclear israelí y para el Estado de Israel.
Este secreto afectaba a la política internacional de los Estados Unidos, empeñado en impedir la prolifera­ción de armas nucleares en todo el mundo, menos en los Estados Unidos y en Israel. Tal como lo señala Hersh, “era algo sobre lo cual nadie [en el gobierno norteamericano] deseaba hablar o discutir.” (19)
El libro de Hersh provocó una peligrosa confronta­ción periodística entre Hersh y Maxwell, lo que precipi­tó la caída de este poderoso e influyente agente israelí y ayudó a la difusión de informaciones sobre la indus­tria nuclear israelí, la ayuda y cobertura que a Israel le proporcionaban los Estados Unidos como así también la cooperación entre Israel y Sudáfrica. El primero su­ministrando ayuda técnica, el segundo, Sudáfrica, su­ministrando, a cambio, recursos básicos y con la parti­cipación en la explosión de bombas atómicas israelíes en el Océano Pacífico.
Lo cierto es que Israel selló el destino de Maxwell, pues éste había dejado de serle útil y sobre todo confia­ble. (20)
Según Kevin Cahill, “El 2 de noviembre de 1991, tres días antes de que el cuerpo de Robert Maxwell fuera encontrado flotando aguas afuera de las islas Canarias, una fuente allegada al Gabinete israelí le contó al Pre­mio Pullitzer, el escritor Seymour Hersh, que Maxwell iba a ser eliminado. ”
Es interesante señalar cómo los esfuerzos de Maxwell para impedir la publicación de las fotos tomadas por Vanunu en Dimona y las revelaciones de Seymour Hersh iban a provocar el derrumbe de un verdadero imperio que, desde su base en Londres, extendía sus tentáculos a la Unión Soviética y países de la Cortina de Hierro, etc., etc.
Pero el affaire Vanunu —al margen de sus repercusio­nes en la cadena Mirror y la posterior desaparición de Maxwell— es una clara demostración de la vigencia de la soberanía sionista-israelí sobre las naciones, pues nos muestra: a) cómo con la complicidad y la ayuda de las más grandes potencias —como Francia y los Estados Unidos— Israel montó, en secreto, una usina nuclear para la producción de bombas atómicas; b) cómo ejerció su censura previa univer­sal en un intento por silenciar cualquier tipo de información sobre su política nuclear, y c) cómo el Estado de Israel “fabricó” un magnate del periodismo y los negocios, Robert Maxwell, con el objeto de establecer contactos con la Unión Soviética y otros países de la cortina de hierro para el espio­naje y el desarrollo de los objetivos estratégicos sionista-israelíes en dichos países.
En su libro The Samson Option – Israel Nuclear Arsenal and American Foreign Policy Hersh realiza una minuciosa descripción de Dimona y de la participación masiva de Francia en su construcción y de los Estados Unidos en la entrega de tecnología y en el encubrimien­to de sus actividades.
En cambio, en su nota en Business Age, (21) Cahill se circunscribe al análisis de hechos y circunstancias re­lacionados con la desaparición de Robert Maxwell.
Cahill (22) señala que “en los últimos años Maxwell había recibido del Estado de Israel en calidad de présta­mo, grandes sumas de dinero y no las había devuelto.”
“Las semillas de su caída habían sido sembradas aquella noche de 1991 cuando entregó al Jefe Ejecutivo de Reed Internacional, Alex Jarrat, un pagaré por £ 84.000.000 para comprar el Daily Mirror. No tenía ese dinero y tuvo que obtenerlo de fuentes israelíes. Nunca fue devuelto.” (23)
Una vez tomada la decisión de eliminar a Maxwell, Israel barajó tres planes: a) sabotear su helicóptero; b) falsear la puerta de su ascensor, y c) interceptar su yate y arrojarlo al mar. Las cosas debían ser hechas de tal manera que no pudieran convertir a Maxwell en un mártir.
Finalmente se optó por el último plan. A tales efectos el Mossad contrató a dos expertos mafiosos sicilianos al precio de 1.000.000 de libras esterlinas. Esta era una práctica corriente después de muchos asesinatos del Mossad en Europa, a comienzos del 80. ” (24)
Los Israelíes, mediante el control del Lady Ghislane, el yate de Maxwell, y el monitoreo de sus comunicacio­nes telefónicas y telegráficas estuvieron permanente­mente informados sobre la ubicación de Maxwell en aguas del Atlántico y a su vez mantuvieron informados a los mafiosos sicilianos contratados para realizar el trabajo sucio.
El cadáver fue rescatado del mar el 5 de noviembre. “El equipo español de autopsias, integrado por tres emi­nentes especialistas (…) realizó un extenso examen [de sus restos] documentado en un informe de 500 páginas y enviaron los órganos vitales y muestras de tejidos a Madrid para otros estudios. ” (25)
“En este punto, la familia de Maxwell, su abogado y el Cónsul británico en Tenerife, Campbell Livingstone, intervinieron. El pedido del Dr. Lámela, solicitando la consulta con un patólogo británico fue rechazado por la familia y, en su nombre, por el Cónsul Británico. La evidencia para la identificación quedó limitada a la pa­labra de la señora Maxwell y de su hijo Philip. Nunca fueron cotejadas sus impresiones digitales ni tampoco sus fichas dentales.” (26)
“El 9 de noviembre de 1991 el Dr. West entregó el cuerpo y —con obvias reminiscencias de los funerales reservados por Adolfo Hitler a colaboradores caídos en desgracia—: (…) el capitán Robert Maxwell fue sepultado en el Huerto de los Olivos al día siguiente. Las palabras de despedida fueron dichas por el Presidente de Israel, Chaim Herzog, en lo que tuvo las características de un funeral oficial, con la presencia de toda la plana mayor israelí, posiblemente incluyendo algunas de las perso­nas involucradas en su asesinato, hipócritamente, ro­deando su tumba. ” (27)
Con el entierro de Maxwell en el Huerto de los Olivos, el Estado de Israel —con las máximas honras fúnebres— puso fin a las andanzas de un peligroso agente, espía, estafador y ladrón, cuyas actividades constituían un elocuente ejemplo de lo que significa la presencia del Sionismo y del Estado de Israel en el seno de las naciones occidentales. (28)

 

NOTAS

1.- a) Pedro CATELLA: “9 de Abril: ¡No olvidarás Deir Yassim!” en “Asuntos Árabes”, Año VIII Nº 35, Marzo abril I 981, edición de la Misión de la Liga de los Estados Árabes, Buenos Aires, pp.3-15.
b) Cf. Harry LEVIN: “Jerusalem Embattled – A Diary of the City under Siege”. Víctor Gollanez Ltd. London, 1950.
c) Gf. Vincent MONTEIL: “Dossier Secret sur Israel”. Guy Authier. París, 1978.
2.- a) Moshe MENUHIN: “A Tribute for Count Folke Bernadotte”. Arab Information Center, New York,
b) Count Folke BERNADOTTE: “To   Jerusalem”. Hodder and Stonghton, London 1951.
3- a) Pedro CATELLA: “Ubicación de las masacres de Sabra y Chatila dentro del contexto del drama palestino y la estrategia sionista del genocidio”. Asuntos Árabes, Año X Nº  45, Buenos Aires, julio-agosto, 1982; pp. 22-33
b) “Israel in Lebanon”, The Report of International Commission to enquire into reported violations of Internatonnal Law by Israel during its invasión of the Lebanon, 1982.
c) Tony CLIFTON and Catherine LEROY: “God Cried”. Quartet Books – London, 1983.
4. Hearing before the Committee on Foreign Principals in the United States. “The Russian Project”, (pp. 1715- 1722). U.S. Government Printing Office. Washington, 1963.
5. a) Seymour M. HERSH: “The Samson Option”. Op.cit. pp. 62, 285/ 305, 307.
b) Victor OSTROVSKY y Claire HOY: “By Way of Deception” (Only in America). St. Martin Press, New York, 1990; pp. 267/69 – 286.
6.- New York Times – 10/9/1990y 13/9/1990.
7.- a)Alfred M. LILIENTHAL: “The Zionizt Connectíon – What Price Peace?” – Dodd, Mead & Company, New York 1978, pp. 561-576.
b) Seymour M. HERSH: “The Samson Option – Israel Nuclear Arsenal and American Foreign Policy”. Random House, New York, 1991; pp. 167/168.
8.- LILIENTHAL, op. cit. p.575.
9.- Dos de los pilotos que bombardearon el “Liberty” eran norteamericanos (Lilienthal, op. cit. pp. 572 y 573).
¿Fue una acción unilateral o una conspiración conjunta de Israel con EE.UU para provocar —como en el 56— la ocupación sionista del Cercano Oriente?
10.- Anthony PEARSON: “Conspiracy of Silence”, Penthouse, mayo y junio de 1967. En Alfred Lilienthal, op. cit. pp. 567/573.
11.- LILIENTHAL, op. cit. p. 573.
12.- a) Pedro CATELLA: “Ecos del Ataque Israelí al Liberty”, en “Nueva Bandera Árabe”, Año III, Nº 21, junio 1989, pp. 16/17.
13.- a) Seymour M. HERSH: “The Samson Option.” Op.Cit. pp. 312/315
b) Víctor OSTROVSKY: op.cit. pp. 150/151.
c) Bussiness Age – London Nº 3. abril de 1993, pp. 42/47.
14- a) Victor Ostrovsky: op.cit. pp. 267/69 y 286.
b) Seymour M. Hersh: Op.Cit. pp. 62, 285/305.
15- Seymour Hersh (Chicago, 1937), se graduó en la Universidad de Chicago. Su curriculum incluye servicios en United Press International, Associated Press y el New York Times. Ha recibido numerosas distinciones por su labor periodística, incluyendo, entre ellas, en 1970, el Pullitzer Price. Es autor de “The Price of Power: Kissinger in the Nixon White House”.
16. “Cuando las noticias de los fraudes masivos perpetuados por Robert Maxwell salieron a la luz, los medios del mundo se olvidaron de las circunstancias de su muerte. Parecía que no le interesaba a nadie. Empero, las circunstancias de su muerte son la llave de las razones por las cuales robó tanto dinero. En un viaje que lo llevó de Dublin a Israel, a Nueva York y a Montreal, Kevin Cahill revela la historia completa de su muerte, por primera vez, en una nota, que es una primicia exclusiva mundial”. (Nota de redacción de Business Age). Op.cit.
17.- Seymour HERSH: “La Opción Samson. – El Arsenal Nuclear Israelí y la Política Exterior de los Estados Unidos”. Random House; New York, 1991. El título del libro y su referencia a Sansón y los filisteos ilustran el slogan, tantas veces repetido por políticos israelíes como Golda Meyer y David Ben Gurión, de que si el Estado de Israel (¿o judío?) tuviera que desaparecer, antes el Sionismo produciría el holocausto atómico de toda la humanidad.
18.- Mordecai VANUNU: Ver Hersh, op. cit., pp. 1967/205, 198 y 308, y Víctor Ostrosky – Claire Hoy: “By Way of Deception”. St. Martin Press, New York, 1990, pp. 150/151.
19.- HERSH, op. cit.
20.- CAHILL: “How and Why Robert Maxwell was murdered” (“Cómo y porqué fue asesinado Robert Maxwell”). Business Age, N- 31, pp. 42/47; Londres, abril 1993.
21.- CAHILL, Bussiness Age.op. cit.
22.- CAHILL, op. cit.. p. 44.
23.- Ídem.
24- ídem. p. 45.
25- ídem, p. 45/46. 26-• Idem, p. 46.
27- CAHILL. ídem. p. 46.
28- Nos queda un último interrogante: no habiendo sido identificado el cadáver de Maxwell (ante la oposición de la familia) de acuerdo con los recaudos técnicos y legales, ¿serán de Maxwell los restos que yacen en el Huerto de los Olivos?

EL AUTOR

El profesor Pedro Catella se graduó en la Universidad Nacional de la Plata, de donde es oriundo. Prestó servicios en la Cancillería Argentina y desarrolló una amplia actividad docente y cultural. Po­see una considerable experiencia en cuestiones del Mediterráneo Occidental y ha consagrado buena parte de sus es­tudios políticos a las luchas de los paí­ses de la zona contra el colonialismo y por la recuperación de su identidad na­cional y su independencia cultural, po­lítica y económica. En particular, ha de­dicado buena parte de su tiempo a in­vestigar la agresión sionista contra los árabes y en especial contra el pueblo palestino. Paralelamente, se ha destaca­do en la movilización de la solidaridad en favor de las víctimas.
Ha prestado servicio en varios paí­ses de la zona y ha realizado numerosos viajes por distintos países árabes para tomar contacto con personalidades lo­cales y para reunir información.
Ha participado de Congresos y Simposia internacionales (Bagdad, Lon­dres, Buenos Aires) sobre la cuestión pa­lestina.
Es autor de varios libros, entre los cuales: “El Ataque Israelí a Irak: 50 años de Terrorismo Sionista” y “La Usur­pación del Golán.”
En los últimos 40 años, el prof. Catella ha desarrollado una intensa acti­vidad periodística y como conferencista y ha dirigido diversas publicaciones es­pecializadas, como Al-Watan, Asuntos Árabes y Bandera Árabe.