558 páginas
Ediciones Gladius
Argentina, 2011
15 x 22 cm
Encuadernación rustica.
Precio para Argentina: 160 pesos (los dos tomos juntos)
Precio internacional: 35 euros
En este volumen el autor completa el análisis que inició en el primer tomo, centrando su atención en ese fenómeno tan trascendental que fue la Revolución Soviética. Porque realmente se trató de una auténtica Revolución, no de un simple golpe de Estado, como los que hemos conocido entre nosotros, que se limitan a corregir algunas deficiencias y luego entregar el poder a quienes se siguen moviendo “dentro del sistema”
La lectura de estas páginas permitirá entender cómo aquella Revolución se propuso rehacer la sociedad desde sus cimientos, lo que implicó, ante todo, una labor de destrucción del orden tradicional, para luego establecer el nuevo orden pretendido. Así se procedió a aniquilar la familia cristiana para hacerla acorde con la idea soviética; se destruyó la aldea añeja y al aldeano que en ellas vivía para instaurar las granjas colectivas; se desmanteló el ejército tradicional así como las diversas nacionalidades que integraban la URSS. Todo ello merced a un terrible aparato represivo, jamás visto en la historia. Ello incluyó, por cierto, un ambicioso proyecto de “re-educación” total, que afectó a todos, ya desde la infancia. En lo que toca a la religión, el comunismo no sólo intentó destruirla sino que aspiró a iniciar una “nueva religión”, con su credo, su santoral y su liturgia. Tratóse así de un poderoso intento casi preternatural por cambiar la naturaleza misma del hombre, y suscitar de las ruinas del hombre cristiano tradicional un hombre distinto, “el hombre nuevo” soviético. La Revolución francesa y la Revolución soviética, hija de aquélla, son las dos grandes revoluciones que gestaron la “modernidad postcristiana”.
Tras este análisis, realmente apasionante, el autor nos presenta dos grandes personalidades que tuvieron el coraje de resistir del proyecto destructivo: Alexandr Solzhenitsyn y Tatiana Góricheva. ¿Sobrevivirá Rusia a la terrible experiencia que le tocó vivir? El padre Sáenz piensa que Rusia tiene aún una misión grande que cumplir en la historia. Las promesas de Fátima abren perspectivas hacia dicho futuro. Paradójica misión, por cierto, cuando el mismo Occidente, sumergido en el más crudo relativismo, parece haber perdido su derrotero.
ÍNDICE
Prólogo 11
Capítulo primero
LA REVOLUCIÓN SOVIÉTICA 15
I. Ideocracia o la utopía en el poder 22
II. ¿Fenómeno ruso o extraño al alma rusa? 27
III. La sociedad política 32
La Nomenklatura 33
El Partido Comunista 39
La integración de los ciudadanos en la vida política 41
Participación y control 43
IV La familia 47
La destrucción de la familia tradicional 47
La nueva familia soviética 53
La vivienda familiar 56
V La aldea 60
La inquina al campesino 61
La colectivización agraria 63
La destrucción de la aldea… y del aldeano 67
Un poeta del campo ruso: Sergio Esénin 70
Sin embargo, la aldea sobrevive 74
VI. El obrero 75
El Mito del Proletario 75
Del Mito del Proletario al Mito de la Dictadura del
Partido Proletario 78
3. La degradación del obrero 80
VII. El ejército 90
VIII. Las nacionalidades 94
La U.R.S.S.: un mosaico de naciones 94
El internacionalismo y la destrucción de las nacionalidades 96
El “patriotismo soviético” 102
IX. El aparato represivo 108
El terror bajo Lenin y Stalin 108
Los órganos de represión 112
El señalamiento del enemigo 115
El refinamiento del terror en la época poststaliniana 119
Los campos de concentración 124
Los muertos en la U.R.S.S 128
X. Las lacras de la sociedad soviética 130
La mentira 130
La corrupción económica 133
La delincuencia 137
El alcoholismo 140
XI. El comunismo como religión invertida 142
1. Karl Marx, ateo y anti-teo 143
a. Marx y la religión 143
b. Marx y el satanismo 146
2. Psicología del ateísmo y del nihilismo rusos 150
a. Ateísmo ruso y ateísmo occidental 151
b. El nihilismo del siglo XIX 155
c. Dostoievski como profeta del socialismo nihilista 161
3. El comunismo: una nueva religión 168
a. El credo del marxismo 169
b. La cosmovisión soviética 174
c. La moral soviética 178
d. El santoral soviético 179
e. La liturgia soviética 181
f. El escatologismo soviético 185
g. El tema de las dos ciudades: la ciudad del hombre contra la ciudad de Dios 187
h. La “sovietidad” o anti-cristiandad soviética 193
XII. El “hombre nuevo” soviético 196
Hacia un hombre nuevo 196
La educación de la niñez y juventud 202
a. Arrancar al niño de la familia 203
b. La escuela soviética 206
c. Las organizaciones juveniles soviéticas 211
d. Participación de la juventud en grandes empresas 215
e. Arquetipos soviéticos 221
El lenguaje soviético 222
La revisión de la historia 229
La literatura como factor educativo 232
Los artistas al servicio de la ideología 237
El ejército como educador 240
a. La época de los estudios 240
b. La conscripción 242
c. El sistema de defensa civil 242
El lavado de cerebro colectivo 245
¿Se ha logrado gestar el “hombre nuevo”? 254
a. Escepticismo generalizado 255
b. Aburguesamiento y consumismo generalizados 266
XIII. El gran proyecto de erradicación de la fe 271
1. La persecución contra la Iglesia Ortodoxa 273
a. La Iglesia y los primeros tiempos de la Revolución (1917-1920)… 274
b. Las grandes persecuciones (1921-1940) 279
c. La reaparición pública de la Iglesia (1941-1958) 294
d. La persecución de Kruschev (1959-1964) 298
e. Los últimos veinte años 308
f. La propaganda antirreligiosa 330
2. La persecución contra la Iglesia Católica 352
a. La persecución en Lituania 357
b. La persecución en Ucrania 394
Capítulo segundo
DOS RESISTENTES 407
I. Alexandr Solzhenitsyn 415
1. El comunismo y la destrucción del alma rusa 417
a. La degradación del pueblo ruso 417
b. La violencia y la mentira 419
c. Un fenómeno antiteológico 420
2. El Occidente y la U.R.S.S 422
a. Occidente subvenciona la Revolución 422
b. La enfermiza “credulidad” de Occidente 423
c. Vanas esperanzas en la distensión y la diplomacia 426
d. El mal uso de los medios de comunicación 430
3. La decadencia de Occidente 431
a. Los jalones de la decadencia 432
b. Demominadores comunes 436
c. Falta de lucidez y de coraje 440
4. La decisión de enderezarse 441
a. Negarse a la mentira 445
b. Una espada afilada en manos de Dios 448
c. La ejemplaridad de los que resisten 451
5. La literatura como milicia 455
a. El literato es un combatiente 456
b. La palabra mártir del escritor 458
c. El literato y la memoria de la nación 459
d. La puridad de la lengua como arma de combate 462
6. La resurrección de Rusia 465
a. El arrepentimiento nacional 465
b. Ex Oriente lux 467
c. Dios y Patria 470
I. Tatiana Góricheva 477
El agotamiento de la experiencia marxista 477
La conversión de Tatiana 479
El despertar religioso de Rusia 482
La Iglesia Ortodoxa 487
Los “locos de Cristo” 491
El Occidente apóstata 493
Capítulo tercero
LA MISIÓN PROVIDENCIAL DE RUSIA 501
I. Tres pensadores del siglo XIX 503
A. S. Khomiákov 503
F. M. Dostoievski 505
V Soloviev 512
II. Rusia y el influjo de Occidente 521
El comunismo como juicio y castigo de Dios al Occidente 524
La experiencia marxista y la salvación de Occidente 528
V. Los posibles aportes de Rusia al Occidente 535
VI. Rusia redimirá por el sufrimiento 539
VIL Nuestra Señora de Fátima y la conversión de Rusia 542
VIII. Rusia y el catolicismo 549
Bibliografía consultada 555
Texto de la Solapa
Dos grandes amores del autor, la liturgia y la historia, confluyen en el presente libro, publicado por primera vez en 1989, poco después de cumplirse el milenio de la conversión de Vladimir, el príncipe de la primera Rus’. En dicha ocasión pronunció un ciclo de conferencias sobre Rusia, que luego sería publicado bajo el título de De la Rus’ de Vladimir al “hombre nuevo” soviético, para indicar el vasto periplo de la obra, que buscaba abarcar el entero abanico de la historia de Rusia.
El “tema ruso” siempre fue muy predileccionado por el padre Sáenz. Desde su juventud se sintió atraído por uno de sus autores más destacados, Fiodor Dostoievski, quien lo inició en el conocimiento del “alma rusa”. Posteriormente se interesó de manera particular en el significado del “icono”, el cual encontró en aquellas tierras un terreno de cultivo privilegiado. Cuando le pidieron que hablase sobre Rusia con motivo del Milenio, se abocó a la lectura de numerosos autores rusos y extranjeros, así como a la audición reiterada de música rusa. Luego emprendió tres viajes a Rusia, dos durante la época soviética, y el otro después de la caída del Régimen. De aquellas lecturas y de estos viajes, provienen dos de sus libros: El icono, esplendor de lo sagrado y el ya citado De la Rus’ de Vladimir al “hombre nuevo” soviético.
Años después, en el 2002, la última obra fue reimpresa en México, esta vez en dos volúmenes. El autor resolvió cambiarle el título, llamándola Rusia y su misión en la historia. El primero de los tomos está dedicado al estudio de la historia, del alma y de la Iglesia rusas, y el segundo a la experiencia soviética. La obra se cierra con una alusión a la pervivencia de la vocación providencial de Rusia, según los designios que sólo Dios conoce.
La presente edición reitera la segunda, con algunos retoques accidentales.
Prólogo
Esta segunda parte de nuestro estudio sobre Rusia, fue escrita, al igual que la primera, en el año 1989, justamente cuando se iniciaba el proceso de la llamada “Perestroika”. La situación era por aquel entonces muy confusa, por lo que sólo atinamos a exponer nuestra opinión sobre lo que estaba aconteciendo y lo que podía acaecer en adelante.
El estado actual de Rusia no deja de ser sumamente complejo. Tras la caída del comunismo se implantaron las recetas del capitalismo salvaje, que han dejado exhaustos a sus habitantes. Uno de ellos, científico eminente, nos decía que no eran pocos los rusos que experimentaban nostalgia del comunismo, sobre todo por la estabilidad económica y la seguridad social, precaria pero real, que se les daba. Analizar este tema excedería los propósitos del presente libro, al menos dentro de los marcos con que fue proyectado en la anterior edición.
Por lo antedicho, hemos resuelto dejar intacto el largo capítulo relativo a la revolución soviética, tal como lo expusimos en la edición de 1989. Creemos que con prescindencia de lo que vendría después, se trata de un importantísimo hecho histórico, de enorme gravitación universal, y que merece ser cabalmente conocido.